miércoles, 11 de noviembre de 2015

Ordenadores, internet y webs en las empresas



Nos vamos a centrar en el uso de las diferentes comunidades autónomas de las tecnologías de información y comunicación, como pueden ser internet, la telefonía móvil los ordenadores o las páginas web.

Más del 98% de todas las empresas en todas las comunidades autónomas españolas cuentan hacen uso de ordenadores según el Anuario Estadístico de España 2015, pero sorprende que el 100% de las empresas usen ordenadores solo en  Baleares, Murcia y Melilla, cuando hoy en día, los ordenadores se han vuelto algo imprescindible en los trabajos, bien es verdad que en el resto de comunidades no baja del 98% el uso de ordenadores.

Por otro lado más del 96% de las empresas españolas usan conexión a internet, llama la atención que en ninguna de las comunidades el uso de internet sea realizado por el total de las empresas cuando, al igual que el uso de los ordenadores, se ha vuelto imprescindible casi para todo tipo de ejercicios. Castilla La Mancha tiene el porcentaje más bajo en cuanto a conexiones a internet, pero es de un 96’7% de las empresas, mientras que el más alto lo tiene Murcia con un 99’6%.

Hoy en día las empresas se publicitan e incluso algunas venden sus productos a través de internet y páginas web o perfiles en las redes sociales. En esta variable bajan los porcentajes de las empresas españolas, y es que no se encuentra ningún porcentaje mayor que el 83’5% de las empresas catalanas. Se ve que aún no es tan imprescindible como de puertas para afuera nos parece a nosotros.


Según mi punto de vista, estoy segura de que los porcentajes de estas variables bajan debido a las pequeñas empresas las cuales muchas veces no necesitan de tecnologías como el internet o una página de facebook para  darse a conocer o para ofrecer sus productos. Por ejemplo, la mercería de tu pueblo, en la que se venden hilos, una mercería pequeñita con dos o tres empleados, y que cuenta con una caja registradora y una jefa que acude al mercado X a comprar genero todas las semanas. Esa clase de empresas no precisan de páginas web, conexiones de internet y mucho menos de páginas web en las que anunciarse y mostrar sus productos, puesto que cuentan con una clientela habitual en el pueblo.

Los gastos en cultura


Según las encuestas realizadas durante la pasada semana a 100 jóvenes hemos podido sacar en claro varias conclusiones acerca de lo que piensan y consumen cultura.

El consumo de literatura en nuestros jóvenes encuestados está en un 39%, siendo el 22 de ellas mujeres, es la variable, de las tres elegidas por los encuestados, en la que más diferencia hay y sólo es en 5 puntos; Por otro lado un 70% de ellos escuchan música y el 40% ve cine.

De los  jóvenes consumidores realizan un gasto medio en cultura de entre 10 y 15€ el 38% de ellos, mientras 20€ o más lo gastan el 25%, el segundo valor más alto.

De esto hay que añadir que hoy en día un libro físico cuesta entre 10 y 20€ (en su mayoría) y que una entrada de cine no baja de los 7€ (excepto en la promoción de ‘los miércoles al cine’ donde la entrada cuesta entre 3’90 y 4’5€); Por otro lado un disco de música, o bien físico, o bien comprado por internet cuesta también alrededor de los 10€, por lo cual, el gasto medio que consumen los jóvenes al mes en cultura me parece más bien bajo comparándolo con los precios de la cultura y teniendo en cuenta que muchos de ellos han asegurado consumir los tres tipos de cultura mencionados

A mi parecer, creo que esto se debe, en gran parte a la música pirata, los libros subidos a internet para descargar o a las páginas web de visionado online de películas y series, así como a los precios elevados de los productos culturales.

Centrándonos en las páginas de visionado online de películas, muchos jóvenes no tienen la necesidad de acudir al cine “gastarse dinero” teniendo la posibilidad de ver estas películas, prácticamente después de su estreno a través de internet. Bien es verdad que la calidad de estas no es buena, pero según algunos de los encuestados “la veo en internet en mala calidad, no me gasto el dinero y cuando ya esté en mejor calidad vuelvo a verla”.

Los productos culturales hoy en día son bastante elevados en muchos lugares, y es que una entrada para un musical no baja de una media de 20 euros, la más barata (arriba al fondo donde apenas se ve).
En mi más sincera opinión creo que sería beneficioso tanto para los que trabajan en los musicales, teatros etc., como para los consumidores, que esos precios fuesen reducidos, que realicen ofertas y promociones y que llamen a la gente a ir a sus espectáculos. Con unos precios más asequibles muchísimas más personas, y en este caso, muchos más jóvenes verían más cultura.


Lo mismo en los libros y discos musicales, si bajasen un poco los precios, los consumidores comprarían más y ellos y los escritores y artistas saldrían ganando.